El sacha inchi (Plukenetia volubilis) es la muestra perfecta de las plantas nativas de la Amazonía.
De esta planta se obtiene un fruto en forma de estrella de color verde, al madurar se transforma en marrón. De allí se obtienen las nueces con las que por medio de la presión en frío se elabora un aceite ligero, rico en ácidos grasos y con alta capacidad de penetración. Posee un excepcional contenido de vitaminas, polifenoles y ácidos grasos esenciales, el aceite de sacha inchi tiene una alta capacidad de reestructuración y protección de la piel.
Sus propiedades terapéuticas y beneficios son conocidos desde tiempos inmemoriales por culturas ancestrales de la región amazónica. Sin embargo, hasta hace relativamente poco tiempo se han realizado estudios que destacan las propiedades del sacha inchi a nivel cosmético, dentro de las que se destacan: fortalecimiento, reestructuración, nutrición y protección de la piel.